Participaron en la misma, el Foro Español de Pacientes (FEP); el CERMI; la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA); la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) y el Consejo General del Colegio Oficial de Médicos (CGCOM), todas ellas entidades englobadas en el Consejo Social de la OMC que se creó hace 5 años con la firme voluntad de establecer un marco de cooperación y colaboración conjunta para revisar todo lo que afecta a los pacientes ante las modificaciones, cambios y medidas que se están llevando a cabo en la atención sanitaria.

 

Según se publica en 'medicosypacientes.com', como ponentes intervinieron el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial; Begoña Barragán, miembro de la Junta Directiva del FEP; José María Sánchez Monge, vicepresidente del CERMI y presidente de FEAFES; José Luis Meler y de Ugarte, presidente de CEOMA y Miguel García Pérez, vicepresidente del FUCI. El debate fue moderado por el Secretario General de la OMC, Dr. Serafín Romero. La introducción corrió a cargo del vicepresidente Dr. Ricard Gutiérrez.

 

Los representantes de todas estas entidades debatieron en esta Jornada sobre diversos aspectos: cómo afecta la crisis y los recortes en la asistencia sanitaria en el ámbito de sus organizaciones; cómo afrontan el copago farmacéutico; su opinión sobre las listas de espera; la responsabilidad ciudadana ante el mal uso de los servicios; el papel de la Atención Primaria en el sistema; si existe discriminación o se ha producido un deterioro en la atención sanitaria y qué opinan de los proyectos de privatización de la sanidad pública, entre otros.

 

 

Quedó patente que la crisis está repercutiendo negativamente en la atención sanitaria, con aspectos que preocupan especialmente y que está afectando a los más vulnerables, según coincidieron en destacar los intervinientes. "Estamos teniendo problemas de inequidades que aumentan cada vez más, al igual que otros factores como las listas de espera. Además, los copagos están castigando a los más necesitados", según señaló la representante del Foro Español de Pacientes, Begoña Barragán.

 

El presidente de la OMC lamentó que ante esta situación "sólo se esté dando respuesta estándar a los pacientes. "La discriminación positiva que tenemos que hacer los médicos para tratar a la gente que lo necesite, no es posible cuando el sistema está estandarizando de esta manera". A su juicio, "la estandarización de los comportamientos en los que han influido decididamente  los recortes y en la situación en la que nos encontramos puede crear riesgos definitivos para la salud de las personas".

 

Las personas con discapacidad se sienten especialmente afectadas, según el representante del CERMI, José María Sánchez Monge, "Si el sistema ofrece peor atención, la persona con discapacidad queda en peor situación y pasa a dependencia".

 

"La crisis afecta a todos", como remarcó, por su parte, el presidente de CEOMA, José Luis Méler, "a crónicos, dependientes, y, sobre todo a los mayores, que están siendo discriminados por razones de edad, de ahí la importancia de tener en cuenta que la sanidad pública y la salud son un derecho esencial reconocido por la Constitución, y compete a los poderes públicos y a las organizaciones tutelarlas a través de medidas preventivas, y de prestaciones y servicios necesarios". "La insatisfacción es generalizada entre las personas mayores a consecuencia de las medidas que se están adoptando".

 

Por parte de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), su vicepresidente, Miguel García Pérez, recordó que "se están dan casos de usuarios que no pueden hacer uso de la Sanidad por falta de recursos económicos. Los copagos han influido muy negativamente, y hay población que se está quedando al margen del Sistema Nacional de Salud".ç

 

García opinó, además, que los recortes que se están aplicando "están generando una inquietud en el ciudadano", ante lo cual pidió que se habiliten los medios necesarios. Prueba de ello como comentó, al respecto, Barragán es que "al paciente que se le dedica escaso tiempo en la consulta, como está sucediendo, no  puede salir con una explicación adecuada de todo lo que tiene que hacer, teniendo en cuenta, además, que no todos los pacientes acuden al médico con las mismas necesidades". "Todo ello, aseguró, deriva en muchos problemas posteriores".

 

 

Pese a que las listas de espera han sido siempre un continuum en el marco del sistema sanitario, con la crisis el problema se ha agudizado, como se puso de manifiesto.

 

Para el presidente de la OMC, "las listas de espera no son más que números que se utilizan para intentar exponer que no pasa nada, teniendo en cuenta que los números se pueden siempre adecuar a lo deseado".  "No necesitamos -añadió- que las CC.AA. compitan en materia de listas de espera. Sabemos que cada una tiene dineros diferentes per cápita para atender a la gente, pero no se puede competir ante situaciones diferentes y menos aún ocultar la realidad".

 

Desde su punto de vista, además, la lista de espera tiene, otro componente muy importante y peligroso como es, de acuerdo con el añorado Albert Jovell, la deslegitimación del SNS  que la explicó con el siguiente ejemplo: Si una persona está en lista de espera y tiene miedo justificado y tiene recursos se irá a buscar la solución donde la haya. Sin embargo, aquél en las mismas circunstancias, pero sin recursos, se tiene que aguantar y quedarse hasta que le toque, y si esa espera tiene consecuencias para su salud no va a aceptar que otro ciudadano pueda optar por otras vías alternativas que a él se le niegan. Si son cada vez más los que se van a otro sitio a buscar la solución, acabarán por asegurar que el sistema sanitario no les vale para nada y convencidos de que sus impuestos no pueden emplearse para pagar algo que no utilizan".

 

Es por ello que consideró que, "el SNS está en peligro, tanto por el déficit de financiación como por la deslegitimación social que puede alcanzar al perder claves fundamentales para mantener la equidad".

 

De ahí, que el presidente de la OMC insistiera en la necesidad del Pacto por la Sanidad, entre otras cosas, "para poder gestionar nuestra realidad de forma sensata. Sólo se pueden cambiar las cosas a partir de su identificación y reconocimiento, y esto no es posible sin dicho pacto."

 

En opinión de la representante del Foro Español de Pacientes "tener listas de espera impide tener buenos resultados en salud. El hecho de que se estén agravando algunas patologías por estas listas de espera influye, a todos los niveles, físico, psíquico, laboral, económico,.... Tal es el problema que genera este tipo de situaciones que desde FUCI no se duda de recurrir hasta al Defensor del Pueblo para exponer el problema, según comentó su representante.

 

 

Junto con el anterior, son los dos temas que más preocupación ha suscitado entre los colectivos invitados a esta Jornada, un tema que se ha disparado a partir de la entrada en vigor del Decreto Ley 16/2012 que estableció un copago farmacéutico. Medida que se introducía "justo en un momento en el que muchos mayores y pensionistas están sosteniendo la economía de toda la familia", lamentó Barragán, para quien "estos mecanismos de ahorro son, en realidad, contraproducentes porque a la larga se están agravando otras patologías".

 

El grave error, según el presidente de la OMC, es que "una vez más se trata igual a los que son desiguales, un claro ejemplo de pérdida de equidad".

 

"Los recursos ni son igual de necesarios para todos ni los pacientes a los que van dirigidos tampoco son iguales". Por ello, planteó, "blindar familias en riesgo de exclusión y procesos, las primeras, para que ningún español tenga problemas de acceso a medicamentos imprescindibles, y también enfermedades para poder abordarlas con el tratamiento necesario".

 

En este sentido, Rodríguez Sendín lamentó que "estemos  oyendo "tambores de copago" dado que no hay ningún país de alrededor sin este tipo de medidas. "Si instalamos un copago indiscriminado, del tipo del que tienen otros Estados, como Portugal, con la finalidad de controlar la demanda, estaríamos colocando en la misma situación a un ciudadano que no tiene para llegar a fin de mes y a otro bien posicionado económicamente. De tal forma, que el que no tiene recursos evitaría la demanda de asistencia con las correspondientes consecuencias. Este tipo de copago es mucho más rechazable que el del medicamento", tal como indicó.

 

En esta línea también se pronunció el representante de CERMI, Sánchez Monge, "estamos luchando contra el copago farmacéutico porque complica la situación a la hora de acceder a tratamientos".

 

El responsable del CEOMA recordó que el copago farmacéutico representa un gasto muy importante en el caso de pacientes polimedicados, crónicos, pluripatológicos, frágiles, etc., muchos de ellos con una limitación importante de recursos económicos, lo cual también tiene su impacto sobre la salud".